Campos de Ibiza es la fragancia más significativa de una isla mundialmente conocida por su naturaleza, sus playas paradisíacas y su ambiente cosmopolita.

Pero el patrimonio ibicenco se extiende mucho más. De las tradiciones de los campesinos que crían cabras entre los almendros, al estilo de vida bohemio heredado de los artistas que vinieron a buscar inspiración en los paisajes salvajes preservados de la parte norte.

El ambiente de Ibiza sigue siendo rico y auténtico, especialmente si te aventuras por los pequeños senderos que atraviesan la isla, o cuando te pierdes en el laberinto de las calles del casco antiguo.

Orgulloso de sus origenes,
Campos de Ibiza esta siempre en la busqueda para reflejar estas peculiares sensaciones.

La memoria de los veranos felices, o cenas maravillosas bajo las estrellas en un jardín encantado, de días soleados navegando aguas turquesas y noches glamorosas.

Un encuentro entre la naturalidad y la sofisticación, pura naturaleza con una interpretación contemporánea y lujosa.