Campos de Ibiza es también una historia de libertad y amor por la isla, el destino de una familia que protagonizó la Segunda Guerra Mundial, cuando los nazis invadieron Francia.
El joven soldado Maurice Stora estaba luchando por la liberación de su país, y esta lucha lo llevó a intentar embarcarse a Londres, para unirse a las tropas encabezadas por el General de Gaulle.
En su camino a Inglaterra, el joven soldado fue capturado y encarcelado en España. Una vez en prisión, Maurice se convirtió en un amigo cercano de su traductora, la Baronesa Ilaria de Rumania.
“Si sobrevivimos, traeré a usted y a su familia para descubrir el paraíso”
le prometió la Baronesa a Stora.
Fiel a su palabra, después de que terminó la guerra y la libertad volvió a ser suya, la baronesa trajo al joven francés a Ibiza en los años cincuenta, con la ayuda de su primo, el famoso pintor Mariano Tur Montis.
Así comenzó una amistad que duraría para siempre. Maurice se enamoró rápidamente del paraíso virginal y volvió frecuentemente a lo largo de su vida, siempre con su familia.
Su hija Camila vino a Ibiza por primera vez cuando tenía apenas dos años.
Y así comenzó su propio amor con la isla, lo que resultó en la creación de su marca de perfumes a finales de los 70.
Comenzó elaborando los aromas con las frutas y flores del jardín de su finca, un paraíso suspendido sobre los acantilados de Es Cubells.
Hoy en día
Es su hija Aurélie Kahn quien lleva las riendas de la empresa dando a la compañía una dimensión más amplia e internacional, incluyendo sus propias creaciones y situando a Campos de Ibiza como el referente español de perfumes de autor. Con el mismo amor por la Isla que le inculco su madre y su pasión por la alta perfumería ha conseguido que la marca traspase fronteras.